
¿Cómo manifestar lo
que queremos en nuestra vida?
Por: Erika Rojas

«Pagar mi casa, pagar mis deudas, dejar mi empleo y cuidar a mi hijo». En el año 2018 este era el pensamiento que rondaba en mi cabeza luego de salir de mi trabajo. Tenía 15 minutos de caminata en donde ese pensamiento rondaba mi mente, es más no solo la rondaba, me sumergía en el, olvidaba por un momento el espacio y tiempo en el que estaba y solo me veía feliz viviendo ese sueño, afortunadamente lograba volver al aquí y al ahora antes de cruzar las calles y claro está que mi ego llegaba y me recalcaba que vivir eso no era posible por diferentes razones: matemáticamente era imposible pagar la casa ni mis otras deudas antes del año 2020 (esto estaba en mi mapa de sueños) ni ahorrando todo mi sueldo y el de mi esposo, simple y sencillamente ¡no cuadraba!; emprender era otra opción pero y ¿En qué? ¿A qué horas? No me fluía ni una idea de negocio, y finalmente “quedarme en casa ¿yo?” Imposible; sin embargo, era tan maravilloso estar en ese sueño, que me dejaba llevar y deleitar en él y hacía en mi día a día lo mejor que podía.

Hoy puedo decir que manifestar los sueños es posible y mirando en retrospectiva mi historia, puedo hablarles de las claves que encontré para manifestar lo que queremos en nuestra vida. A propósito, aún no he terminado de contarles mi historia; en resumen:
- mayo de 2019: salgo del banco, la casa ya es nuestra
- noviembre 12 de 2019: lanzo el primer producto de mi empresa @experiencia_mistica
- noviembre 13 de 2019: dejo de ser empleada y ahora disfruto de mi hijo Rafael; aprendí y aunque a veces lo olvido, que la vida tiene formas inimaginables de hacer las cosas cuando tú te alineas y fluyes con lo que quieres.
Ahora volviendo a lo que viví, te quiero compartir algunos pasos o prácticas de cómo logré manifestar este sueño que era inviable desde mi mente racional, en esta realidad:
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- Claridad en lo que quieres. Enfócate especialmente en lo que quieres que pase en tu vida, no en el cómo llegará a ti; a la vez, es importante que tengas en cuenta que llegará tu ego a susurrarte que lo que quieres es imposible y te mostrará múltiples escenarios de cómo no lo lograrás, guiándote hacia el miedo de no cumplir lo que quieres, así que simplemente recuerda volver a ti y ser firme en eso QUE QUIERES.
- El pensamiento crea, la emoción atrae. Zambullirse en el pensamiento, eso fue lo más importante, no era solo verme viviendo esa vida, era SENTIR con todo mi ser la emoción de estar allí viviéndolo, sentir la satisfacción de pagar nuestra casa, pagar deudas y ver a mi hijo Rafael crecer.
3. Vibrar en alegría. Y de manera premeditada, en el año 2018, empecé a hacer cosas que me gustaban y había olvidado, retome mi práctica deportiva y esto ayudó a subir mi nivel de vibración, estaba nuevamente DISFRUTANDO la vida. Y una de las prácticas que empecé también a implementar en mi vida fue empezar a sentirme en GRATITUD.
4. Dejar ir. Y creo que este es uno de los pasos más difíciles ¿Cómo soltar? ¿Cómo desapegarme de mi sueño?. Así que recordé que en este proceso, empecé a sentirme diferente, empecé a reencontrarme conmigo, con mi esencia. Al final, los resultados son lo de menos, lo más significativo es la persona en la que has de convertirte para conseguirlos. El resultado puede agotarse, desaparecer, perderse y de hecho lo hará. Pero el proceso siempre se queda con nosotros porque ya forma parte de nuestra estructura mental. Los deseos vienen y van, los resultados se consiguen o no, pero mientras eso ocurre, otro efecto de mayor relevancia tiene lugar: NUESTRA CONCIENCIA AVANZA.
Y finalmente comprendí que me había dedicado a muchas “acciones externas en mi vida”, es decir, a hacer cosas, formular planes, agendar mi vida, cumplir las tareas y superar las expectativas de otros sobre mi vida; pero lo realmente importante eran las “acciones internas”, que en una palabra significa SER, y ese fue el CIMIENTO de mi proceso de manifestación.
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Erika Milena Rojas Jaramillo
Erika es de formación Ingeniera administradora, con postgrado en finanzas, pero que luego del nacimiento de su hijo Rafael comprendió que era necesario conectarse con su interior, volver a su esencia y sanar, es así como se certifica como Coach ontológico y Coach en cambio de hábitos, aprendizajes que le sirvieron para superar luego un cáncer de mama y hoy servir a aquellas personas que están abiertas a conectarse nuevamente consigo mismas. En su experiencia laborar cabe destacar que trabajó por más de 13 años en organizaciones liderando equipos de trabajo, implementando nuevos proyectos y apoyando a las personas a lograr sus sueños de empleo o emprendimiento.